10.6.07

Sabrá tu novia que escuchamos Morrisey?

En la vida para todo uno debe andar de frente... mi-mami-me-enseñó eso desde pequeño, a que decir la verdad y no inventar cosas. No me enseñó que existe efectivamente el lado oscuro de la fuerza y Star Wars no ayuda mucho...pero puta que cuesta cuando uno sabe que las inclinaciones son otras y anda escondido solamente para que no anden diciendo cosas como que:

- Se nos quema el arroz
- se nos moja la canoa
- se nos da vueltas el paraguas
- se nos queda la patita
- se nos apaga el calefont.
- se nos derriten los helados
- se nos cae el jabón

Etc, etc, etc... lo más paradójico es que al suceder físicamente una de estas situaciones sin notarlo se nos forma la mueca y nos reímos de nosotros mismos ante la naturaleza sabia.

Otros, sin embargo, ven signos casi satánicos en esos hechos y cuales maldiciones niegan todo una y otra vez, se esconden y andan con un ropero de 3 cuerpos, de esos viejos que usaba mi abuela, para poder sostener sus vidas. Consiguen pololas, peor, unos se casan y la lola tonta e ingenua no sabe que al marido se le arrancan las yeguas pa’el monte y tira sus dardos al aire de vez en cuando metido en el chat, la disco rosa de moda o en cibercafés que ofrecen un poco más que la bebida y una conexión. Luego ella no entiende como se le pega un herpes o peor enterarse que su vida es una perfecta mentira por culpa del chiquillo que no se supo hacer cargo de la suya cuando debió.

En mi vida universitaria (tengo una existencia terrenal de la cual me sirvo para decir estas cosas) soy testigo de la persistencia en pasearse detrás de los pilares, escondido en los pasillos, y simular existencia pacíficas. Creo haber pasado por eso y no haberlo resistido mucho tiempo, pero el punto es que hay otros que pueden pasarse toda la vida y no querer darse cuenta porque han arreglado las cosas a una situación cómoda para ellos.

Es paradójico ser un gay infeliz (toda vez que gay = alegre en las lenguas sajonas) y por eso nos daba tanta pena Brokeback Mountain. Porque se trataba no de la historia de un par de vaqueros del gremio que iban a pastar a la punta del cerro, sino que encontrábamos cada uno de nosotros en la historia de este par nuestra propia montaña, nuestro propio escollo, eso que no nos dejaba ser feliz. A mi me produjo un efecto reminiscente verla en su momento, pero hoy pienso que menos mal he salido de ese oscurantismo de género.

¿Pero cuantos quedan? Iba en mi troncal oyendo la radio cuando sonaba la canción que da título a esto. Hay que ser bien hueón para preferir las relaciones tortuosas. Por favor que sólo nos sirvan para las canciones y nada más, para alegrarnos de no sufrir por ello y empatizar con dolores imaginarios en clave de estrofa coro estrofa. Pero aún así usted y yo sabemos y conocemos a más de uno.

Sé que usted mi estimado colega está pensando en todas aquellas dificultades de tipo social para salvar estos escollos. Le entiendo, son a veces barreras que parecen imposibles de traspasar, pero piense una cosa más importante ¿cuánto vale su vida? Yo al menos creo que lo suficiente como para no dejar que las riendas las lleven otros y saber que es lo mejor para su tranquilidad mental. Todo esto a propósito de un personaje real el cual no sabe que más de alguien ya lo ha visto en actitudes reñidas con su estándar social y no existe tranquilo pues le preocupa mucho más la opinión de quienes le rodean.
A mi personalmente me cargaría salir con Dorian a tomar un café a ese barrio gay friendly tomados de la mano pensando en quién me puede pillar. Dele un par de vueltas.

Buenas noches.

2 comentarios:

Erase & Rewind dijo...

Hola

1ra vez en este blog y me parece interesante, es el tipico tema gay, pero con un desarrollo mas sustancial.

Saludos espero poder volver a leer algo mas pronto.

Francisco Joaquín Marro dijo...

me gusta Morrisey, LO ADORO..y a Dorian, bueno...no s� si te refieras al literario (algo de rencon le tengo, por lo pedante que me resulta)pero igual me hubiese gustado invitarle un caf� a cuenta y riesgo de terminar apu�alado.